lunes, 20 de agosto de 2007

OTOÑO

Ciudad fría,
ciudad muerta,
sin autos que me persigan,
sin locos en cada esquina.
Un castillo abandonado
esconde gritos de piedra
entre las hojas amarillas
que dejó la tormenta.
Esta oscuridad,
este silencio de mierda
me traen de regreso
al calabozo de la ira,
a la celda del exilio
donde sus secos dedos
me atormentan y enmudecen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se les agradece a los visitantes o lectores de este blog, no dejar comentarios ANÓNIMOS, ya que después se le dificulta al editor responder a sus solicitudes o preguntas. Favor dejar dirección visible de su e-mail si no es un usuario registrado. Gracias por su atención a este aviso...