viernes, 5 de junio de 2009

SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARIS...

"Creo que este va a ser el inicio de una hermosa amistad..." le dice Rick Blaine al Capitán Renault, en la última escena de Casablanca (1942), mi película favorita. Siempre me quedaron grandes dudas sobre qué pudo (o podría) ocurrir después, en una época de oro en la cual el séptimo arte no vivía de segundas ni terceras partes, ya que cada film era único, perfecto e irrepetible. Tuve la oportunidad de ver por primera vez la novela Siempre nos quedará Paris, sobre el escritorio de mi amigo Carlos Torres Bastidas, después de un reciente, corto y productivo viaje. Al preguntarle sobre este libro (vicio que compartimos desde hace 20 años, cuando aún estudiando en la UCV hurgábamos hasta el cansancio en los vetustos libreros de la Biblioteca Central, y una que otra tarde en los mesones de libros usados bajo el Puente de la Av. Fuerzas Armadas) me dijo simplemente "es Tuyo". Realmente se lo agradezco, casi una semana después de terminar de leerlo. El norteamericano Michael Walsh, autor de Siempre nos quedará París, recrea en esta excelente novela la "posible" segunda parte de Casablanca, luego que Ilsa Lund y su esposo, el Líder de la Resistencia Checoslovaca Víctor Laszlo, escapan de Casablanca y la Gestapo en un avión a la neutral Lisboa, gracias al sacrificio del duro y flemático Rick Blaine, quien sacrifica su amor, y casi su vida, para salvar la de Ilsa, aunque esto implique dejarla ir con su rival. Sin adelantarles mucho, sólo les puedo decir que en esta novela se develan muchas respuestas para quienes quedaron con las incógnitas de Casablanca y sus personajes Rick, Ilsa, Victor, Louis y Sam, los personajes del film, y a lo largo de una trama de aventuras e intrigas no sólo nos descubre lo que sucedió después de que Ilsa y Victor Laszlo huyeran de Casablanca, sino que nos propone un insospechado viaje al pasado de estos personajes inolvidables, un viaje que responde a todas las preguntas que siempre quisimos formular: ¿Consiguen Victor e Ilsa llegar a los Estados Unidos? ¿Se unen Rick Blaine y el Capitán Louis Renault a la guarnición de la Francia libre en Brazzaville? ¿Cómo conoció Rick a Sam? Y todavía más importante: ¿Volverán a reunirse algún día Rick e Ilsa? De la tórrida Casablanca al Londres bombardeado, y a las peligrosas calles de la Praga ocupada por los Nazis en 1941, Siempre nos quedará París, nos hace participar vívidamente del inesperado desenlace de un amor imposible. Sin duda alguna: es la historia que muchos habrían quedado esperando desde 1942. Editada por Plaza & Janes en 1998 (vale la pena buscarla) y ampliamente recomendable (sólo para fanáticos).